Buenos días y buena semana. Espero que hoy no os hayáis levantado con las emociones del revés, porque yo hoy me siento así. Después de la noticia del fin de semana, se me hizo realmente difícil explicar a mis hijos que tienen que seguir en casa durante tres semanas más. En esta situación, más que en otros momentos, hay que vivir el día a día. La dificultad está en no caer en la rutina y que parezca que todos los días son iguales. Os animo a que al final del día, con vuestros hijos, hagáis un pequeño diario con imágenes, fotos o frases. Este diario nos ayudará a darnos cuenta de los matices que tiene cada día, ayudará a ordenar nuestras emociones, ayudará a poder compartir en familia lo que sentimos y a poner nombre a nuestras emociones.
Lo que pensamos, decimos y nuestras sensaciones físicas están estrechamente relacionadas, por eso es tan importante fijarnos en lo que piensan y lo que dicen, cómo se sienten físicamente nuestros hijos (cansados, sin ganas de hacer las cosas, o con dolores entre otros) para poder saber cómo se siente, recordando que todas las emociones son necesarias porque todas nos humanizan. En estos días, igual que nosotros, nuestros hijos sentirán miedo, alegría, tristeza o rabia. Ellos van a amplificar sus emociones, y nosotros debemos canalizarlas, potenciando aquellas que ayuden a la convivencia, pero escuchando, aceptando y consolando todas las veces que ellos nos lo pidan. Intentemos no culpabilizarlos con frases como “otros niños…” o “ no te quejes tanto”.
Recordad que es muy importante para ellos y para nosotros evitar la sobrexposición a las noticias: su vida y la nuestra no solo giran entorno al virus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario