lunes, 13 de abril de 2015

¿Qué tal te ha ido?

Al salir de clase sometemos a nuestros hijos a un interrogatorio bastante exhaustivo: ¿qué tal te ha ido en el colegio? ¿has comido bien? ¿qué tal con los amigos? ¿tienes muchos deberes? ¿tienes exámenes? y otras preguntas. Pero si lo pensamos bien, cuando quedamos con nuestros amigos no comenzamos ninguna conversación así y, por supuesto, les damos tiempo para que puedan hablar.

Este forma de conversar sirve en cualquier edad; comencemos simplemente con un saludo y preguntando «qué tal el día» y esperemos que nos contesten. Con aquello que nos vayan respondiendo, vamos dando forma a la conversación.

Los niños para aprender a conversar precisan que nosotros, los padres, seamos sus modelos. Por ese motivo, debemos compartir con nuestros hijos nosotros también algo de nuestro día y de nuestros sentimientos. Igualmente debemos respetar sus sentimientos y sus silencios. Es fundamental mantener abierto este canal de comunicación espontaneo y cariñoso.

  • Mejoramos la comprensión verbal porque hacemos un uso eficaz del lenguaje.
  • Estructuramos el pensamiento, ya que la conversación precisa que estructuren las ideas en un continuo temporal y que establezcan consecuencias.
  • Ampliamos el vocabulario y no solo el emocional.
  • Mejoramos los lazos familiares. La conversación con nuestros hijos debe ser un tiempo distendido de escucha activa, en el que damos importancia a lo que nos están contando y, por ese motivo, no mantenemos la mente en otras preocupaciones como la compra, la comida o cualquier otra actividad.
  • Mejoramos la empatía y el respeto. No se trata de juzgar lo que sienten, sino de buscar alternativas a sus conflictos.
  • Controlamos la impulsividad. Cuanto más pequeños son, más tienden a interrumpir las  conversaciones porque quieren hablar ellos todo el rato.
  • Mejoramos la comunicación no verbal. La entonación, los gestos y todos los detalles que forman parte de la comunicación entre las personas.

Me despido de vosotros hasta la próxima entrada y, os deseo a todos, una buena semana.