Hola de nuevo. Después del descanso de la Semana Santa volvemos al trabajo y a las aulas virtuales. Llevamos más de 30 días de confinamiento y no sabemos los días que todavía nos quedan en esta situación. En este momento es muy necesario vivir el aquí y ahora. El cansancio y la incertidumbre aumenta nuestro estado de ansiedad o distimia. Como ya comenté en otras entradas, lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es organizar el día con flexibilidad pero con normas. La tarea es compleja y muchos días todo nos saldrá un poco del revés. No importa, veamos por qué ha sido y cambiemos lo que no se ajuste a nuestra familia.
Si os sirve de ayuda, yo no toco ningún instrumento, ni pinto, ni escribo, ni cocino especialmente bien. En mi familia se siguen haciendo las actividades que nos gustan.
Si nosotros añoramos la rutina que teníamos antes, nuestros hijos también. Ellos necesitan una rutina y unas normas, ya que estas les darán estabilidad emocional. Recordad hacerles mantener un horario para levantase y acostarse o respetar el horario de comidas. Tiene que haber un tiempo de estudio, de juego libre, de juegos tecnológicos, de uso de las redes sociales y de actividad física. Lo que no necesitan, ni necesitamos, es una sobrestimulación y una sobrecarga de actividades.
Si me lo permitís, no se trata de sobrevivir sino de vivir cada día.
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