- Muchas veces escucho que no queremos que se pongan a nuestros hijos «etiquetas» o que se les trate de forma diferente. Eso es lo que hacen los padres de Elsa: el poder de Elsa, como todo lo que nos hace diferentes, no es en potencia ni bueno ni malo. Por lo tanto, ante aquello que hace a nuestros hijos diferentes, ¿lo ocultamos o aprendemos con ellos a desarrollarlo al máximo?
- El mayor error que comenten los padres de Elsa y Ana es educar desde el miedo. Un suceso que pudo ser trágico les cambia la vida para siempre. Convierten su vida en una fortaleza para proteger a su hija del daño que puede hacer, del daño que le pueden hacer por ser diferente.
- Lo que le ocurre a uno de los miembros de la familia afecta a todos. El poder de Elsa afecta también a Ana, que es «condenada» a vivir en el aislamiento. Aunque ella no lo entiende, no se le puede explicar, porque es lo mejor para ella ¿Cuántas veces como padres hemos actuado así? Pero lo más complicado para todos es saber cuándo realmente van a comprender lo que pasa, lo que les pasa. La decisión es bien difícil.
- El futuro se hace día a día. Las decisiones que toman Elsa y Ana, cuando ya son adultas y tienen responsabilidades, son erróneas, y pueden llevarlas incluso a la muerte. Elsa busca la libertad que no tuvo de niña y Ana busca compañía para huir de la soledad. Quizá, cuando educamos, nos falta la perspectiva del tiempo: ¿cómo queremos que sean nuestros hijos cuando sean adultos? Tendremos que trabajar todos los días por este proyecto.
- El pasado también cuenta. Lo que salva a las dos hermanas es el recuerdo del tiempo pasado, del amor que se tuvieron gracias a las risas, a los juegos y a lo cotidiano. Pero también les salva lo doloroso: la pérdida de los padres cuando todavía son unas niñas. Esto es lo que hacemos todos nosotros día a día con nuestros hijos, construimos un mundo emocional que les ayude a enfrentar su vida, para que tengan un baúl de emociones y recuerdos a los que recurrir.
Muchas más son las ideas que se me ocurren cuando veo esta película pero, fiel a mi estilo, no quiero alargarme más en esta entrada, para que podáis leerla, reflexionar y compartirla, si os parece interesante para otros.
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