Los increíbles 2

Después de haber visto la película «Los increíbles 2», se me ocurren una serie de matices interesantes para reflexionarlos en familia y que quiero compartir con vosotros en esta entrada:

• «Obras son amores y no buenas razones» (Los diferentes roles en la familia). Cada miembro de la familia asume unas funciones y unas tareas diferentes dentro de ella. Este reparto hace que la familia funcione porque, como ocurre en un equipo, todos los miembros de la familia y los roles que desempeñan contribuyen al bien común. Pero la vida cambia y estas funciones tienen que ser revisadas de vez en cuando. Puede que sea por un cambio de trabajo, por una situación de desempleo, por el fallecimiento de uno de los miembros de la familia, entre otros. Cuando ocurre una de estas situaciones (u otra diferente) puede que nos toque asumir tareas que antes realizaba otro y que, por no hacerla nosotros, no valorábamos la dificultad y la importancia de esa tarea que otro llevaba a cabo para nosotros: las tareas del hogar, el cuidado de menores, la gestión de documentos, la ausencia del hogar por jornadas interminables y otras muchas. De vez en cuando, que cambiemos los papeles que desempeñamos en la familia puede ayudar a que reconozcamos el trabajo de los demás y a valorar lo que nosotros aportamos a ella.
• «Habla que algo queda» En determinadas edades nuestros hijos parece que no escuchan nada de lo que le decimos. Pero los padres tenemos que seguir orientando a nuestros hijos para que puedan ir construyendo su propia escala de valores. En las decisiones vitales que tengan que tomar es cuando ellos optaran de acuerdo a la escala de valores que previamente hayan construido.
• «Más de uno» Se necesita la ayuda y la orientación de otros para educar a nuestros hijos. La familia y los amigos son esenciales, pero siempre hay que valorar la atención especializada de los profesores, los pediatras y los psicólogos, entre otros profesionales. Ellos conocen a nuestros hijos desde una perspectiva que a veces desconocemos los padres. Ellos ayudan a potenciar sus cualidades y a canalizar sus emociones.
• «¿Qué es la normalidad?» Los niños protagonistas de la película tienen cualidades extraordinarias (aunque ficticias). Los nuestros también destacan  en deporte, en artes escénicas o gráficas o en pensamiento abstracto. Nuestros hijos necesitan espacios para desarrollar ese potencial y necesitan padres conocedores de sus cualidades y una sociedad que quiera fomentar y no ocultar o "normalizar" a estos niños. 

La ventaja del cine es que podemos situarnos en situaciones y en vidas diferentes a las nuestras. Ni mi  familia ni yo somos dibujos animados pero, como todas las familias, la mia también es increíble: cada uno de sus miembros aporta un poder diferente para el crecimiento personal de todos y de cada uno de sus miembros. Un poder que necesita ser canalizado, reconocido y potenciado. Un poder que implica una responsabilidad y, por tanto, que se potencie desde unos valores personales positivos.