Hace unas horas he actualizado una entrada antigua llamada «No son cosas de niños» en la que hablaba sobre el acoso escolar. El acoso es un tema me preocupa, imagino que como a vosotros, desde hace tiempo. En esta entrada voy a abordar este tema desde una perspectiva nueva: la lucha contra el acoso desde la familia.
Como padres no nos gustaría que nuestros hijos fueran acosados, pero la realidad es que si hay alguien que es acosado, es porque hay acosadores y también, por desgracia, testigos pasivos. A mí, como madre, no me gustaría que los tutores de mis hijos me dijeran que ellos acosan o han hecho la vida imposible a otros de sus compañeros. Me iría a casa pensando que, como familia, hay algo que no hemos hecho bien, y que la educación que les estamos dando en el hogar no es la correcta. Como madre tampoco me gusta que mis hijos sean testigos de hechos violentos, ni en la televisión, ni en la calle y, menos aún, en el colegio. Si somos sinceros no nos gustan ninguno de estos roles para nuestros hijos porque todos ellos implican vivir una situación de violencia.
Combatir las actitudes violentas es cosa de todos. En verano se convirtió en fenómeno viral un texto que pretendía justificar porque no había que enseñar a los niños a compartir. Uno de los argumentos que se utilizaba era que si nuestro hijo había llegado el primero al columpio, por qué no podía disfrutar de él todo el tiempo que quisiera, aunque hubiera otros niños que también estuvieran esperando jugar con el. Este texto no me gustó porque pensé que, en el fondo, fomenta el valor de los primeros, de los más rápidos, de los más «listillos» y de los más fuertes y excluye al que llega tarde y al que no es tan hábil.
El acoso y la violencia es cosa de todos. Es trabajar por la igualdad. Es la cultura de la paz. Es el respeto a las diferencias. Todas estas actitudes se educan tanto en casa, como en el colegio o en el parque. En esta sociedad todos sumamos, porque si no es así, el caldo de cultivo para la violencia esta asegurado.
En el colegio hemos comenzado una quincena contra el acoso escolar, que esperamos nos sirva para reflexionar, para trabajar entre todos y para educar mejor, y de esta forma evitar todas estas lacras de la sociedad, que tienen en su trasfondo
la cultura de la violencia.
Muy buenas reflexiones ambas entradas. Totalmente de acuerdo
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Lo más importante es que todos nos pongamos de verdad a educar para la paz.
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