Lloran porque van madurando en su dimensión afectiva y
distinguen a las personas conocidas de las que no lo son tanto. Ellos no tienen
noción temporal: para ellos cualquier separación es larga, pero el llanto se
les pasa pronto porque ellos son muy generosos en emociones y enseguida se
apegan a sus profesoras. Ellas también les dan cariño, sonrisas y juegos. Si
tienen hambre, comida, y si están sucios, les limpian, les cambian el pañal… Ellos
aprenden pronto que están en buenas manos. Sólo es cuestión de tiempo.
Trucos para hacerlo más fácil
·
Pensar
siempre en positivo: nuestros hijos están en el mejor lugar donde podrían
estar, si no, hubiéramos elegido otro colegio
·
Despedirse
rápida y cariñosamente: Darle un beso, decirle una palabra cariñosa y despedirnos
de la profesara también afectuosamente, que ellos vean que es una persona muy
importante para nosotros. Todo esto casi tan rápido como lo cuento.
·
Son
esponjas de nuestras emociones: Si estamos nerviosos ellos también lo
estarán, si estamos triste o nos ven llorar ellos también lo harán.
·
Recoger
al niño siempre a la misma hora: las rutinas les dan seguridad afectiva, y
seguir los mismos pasos, darle un beso, decir una palabra cariñosa y
despedirnos de la profesora también cariñosamente.
·
Confiar:
Todas las personas que cuidan de nuestros hijos también los quieren y se
preocupan por ellos.
Y, de repente… vuelven a llorar
Puede que lleven muchos días sin llorar y de nuevo comienzan
a hacerlo. No hay que preocuparse, puede deberse a muchos factores; que estén
enfermando, que lleven varios días sin ir a la guarde, que tengan un mal día
(ellos también los tienen), pronto se les pasará.
Me parecen muy acertados tus consejos,aunque a veces cueste seguirlos porque a las madres nos da pena. Pero es verdad que, a la larga, son por el bien de nuestros hijos y si los seguimos crecerán sanos y fuertes.
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