domingo, 10 de septiembre de 2017

El cambio a la ESO


El paso de nuestros hijos a la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) es algo que a las familias nos preocupa. El cambio a la ESO supone, no sólo un cambio de edificio, sino muchos cambios importantes que les esperan en esta etapa educativa: Van a construir su propio esquema de valores y a definir su vocación profesional. Además, van ir poco a poco haciéndose responsables de su vida, y serán sus aciertos y sus errores los que formarán su personalidad. Hay momentos importantes en su desarrollo que casi todos ellos vivirán con mayor o menor intensidad.

  • La amistad Los chicos de esta edad tienden a sobrevalorar la amistad y a su grupo de amigos, lo que  determinará muchas de sus decisiones. Sus amigos serán sus confidentes, su fuente de información para muchos temas y adoptaran roles para agradarles. También cambiarán de amigos, conocerán a otros nuevos, y dejaran de lado o tendrán rupturas con otros. Por otra parte, tendrán miedo a no ser aceptados por el grupo de iguales o a sufrir diferentes situaciones de acoso.
  • Los estudios Será diferente la forma en la que tengan que afrontar los estudios, porque tendrán más asignaturas, más profesores y les evaluarán de una forma diferente. Será conveniente revisar la gestión del tiempo y sus técnicas de estudio, porque lo que les funcionaba en Primaria no siempre será lo más adecuado para esta etapa. Cambiarán de compañeros de clase y el número de alumnos que hay en clase será mayor, lo que hará necesario una mayor atención y concentración en clase, en un momento de su desarrollo donde se caracterizan por ser más dispersos y distraídos. Que otros compañeros de clase den poca importancia a los logros académicos puede hacer que bajen en su rendimiento escolar y sus resultados empeoren.

  • Cambio de aficiones Por desgracia, en esta etapa, muchos adolescentes dejan de lado sus aficiones deportivas y abandonan el ejercicio físico. Los motivos para este abandono no son en ningún caso saludables: falta de tiempo para el estudio, que sus amigos no practiquen deporte, la creencia de que «me hace menos delgada» o que «solo es para los que ganan siempre», entre otras. También hay otras aficiones que pueden convertirse en problemáticas como las nuevas tecnologías (por adicción o sobreexposición de la propia imagen) o hábitos  de vida que en un principio resultan saludables, pueden convertirse en problemas como la vigoresía o los trastornos de la alimentación, entre otros.

  • La adolescencia No por muchos libros que se hayan escrito o por mucha información que tengamos sobre esta etapa evolutiva, será sencillo afrontarla. Ahora les toca a nuestros hijos vivirla y a nosotros, los padres y los responsables de su formación, acompañarles y aconsejarles. Es importante no olvidar que cada persona es única e irrepetible, y de nuevo será importante destacar lo importante que es que los consejos que recibamos sobre nuestros hijos sean realizados de forma personaliza.