jueves, 24 de julio de 2014

Desconexión

Estos días todos los padres hemos aprendido algo nuevo de nuestros hijos: su capacidad fabulosa de desconectar del colegio, de lo que han sido sus tareas durante diez meses. Por qué no lo conseguimos los adultos. Nos pasamos los primeros días de vacaciones con algún trastorno «psicosomático»: incapacidad de hacer cosas, exceso de sueño, dolores de cabeza o de estomago, etc. y a nivel psicológico: exceso de planes que, a veces, no cumplimos y nos sentimos mal por no hacerlo, nos pasamos horas hablando del trabajo, parecemos deprimidos sin motivo...

Para estos primeros días tenemos que ir poco a poco. No podemos, como las máquinas, desenchufarnos sin más, como siempre os doy algunas ideas por si acaso os pueden ayudar:

  • El cuerpo es sabio y suele pedir lo que necesita: descansemos sin más.
  • El aire libre ayuda a desestresarnos: dar algún paseo, montar en bici, nadar…
  • Recuperar algún hobby, lectura, pintura, deporte… pero sin marcarnos metas. No es bueno pensar que vamos a leer un libro al día o cosas así, volveríamos a ponernos metas que nos estresan, objetivos inalcanzables...
  • Es fundamental, para mí, estar con las personas a las que queremos.
  • Y de nuevo  os propongo que revisemos como queremos que sea el curso que viene. San Ignacio de Loyola decía que en tiempo de desolación no hacer mudanza. Pues ahora, en el tiempo vacacional, es el momento de retomar las riendas de nuestra vida, de ser nosotros los que dictamos cómo queremos que sea. A veces tenemos la sensación de no ser nosotros los protagonistas de nuestra propia historia, y esto nos ocurre porque no nos detenemos y contemplamos lo que realmente queremos para nosotros y para nuestros hijos.

Disfrutemos de este tiempo de desconexión: buenas vacaciones a todos.