Para estos primeros días tenemos que ir poco a poco. No podemos, como las máquinas, desenchufarnos sin más, como siempre os doy algunas ideas por si acaso os pueden ayudar:
- El cuerpo es sabio y suele pedir lo que necesita: descansemos sin más.
- El aire libre ayuda a desestresarnos: dar algún paseo, montar en bici, nadar…
- Recuperar algún hobby, lectura, pintura, deporte… pero sin marcarnos metas. No es bueno pensar que vamos a leer un libro al día o cosas así, volveríamos a ponernos metas que nos estresan, objetivos inalcanzables...
- Es fundamental, para mí, estar con las personas a las que queremos.
- Y de nuevo os propongo que revisemos como queremos que sea el curso que viene. San Ignacio de Loyola decía que en tiempo de desolación no hacer mudanza. Pues ahora, en el tiempo vacacional, es el momento de retomar las riendas de nuestra vida, de ser nosotros los que dictamos cómo queremos que sea. A veces tenemos la sensación de no ser nosotros los protagonistas de nuestra propia historia, y esto nos ocurre porque no nos detenemos y contemplamos lo que realmente queremos para nosotros y para nuestros hijos.
Disfrutemos de este tiempo de desconexión: buenas vacaciones a todos.