miércoles, 30 de abril de 2014

Un, dos, tres, ¡acción!

En estos días de puente hay un plan que casi siempre funciona bien: ver películas. Hoy voy a hacer una pequeña reflexión sobre las últimas películas que he visto y que son aptas para todos los públicos. Lo importante es que realmente se vean en familia, aunque no es necesario hacer un cine-forum después de la película, pero sí dejar la posibilidad para comentar algunas escenas:

Brave, la princesa indomable: En mí opinión varios son los temas importantes de la película
  • La falta de diálogo sincero entre la madre y la hija las lleva a ambas a cometer errores.
  • El deseo de cambiar a la otra persona en lugar de intentar cambiar nosotros mismos.
  • Todas las decisiones que tomamos afectan a las personas que nos rodean.
  • El perdón es útil para restaurar los vínculos afectivos entre las personas.
  • Reconocer que la persona con la que dialogo también tiene «su razón» es importantepara llegar a un entendimiento.
  • La superación de las dificultades nos hace ser personas diferentes a cómo éramos anteriormente.
  • Para las personas creyentes, podéis interpretarla como una versión moderna del relato del Hijo pródigo, salvando las innumerables diferencias entre la madre y el Padre del relato bíblico.
Frozen: la princesa de hielo
  • Los padres podríamos llegar a la conclusión de que tanto una educación muy sobreprotectora, como una en la que crezcan muy aislados, perjudica a nuestros hijos.
  • El sentimiento de culpa nos lleva siempre a tomar caminos equivocados.
  • Las primeras experiencias de apego determinan, en buena manera, nuestro desarrollo afectivo posterior.
Espero que disfrutéis de unos agradables días de descanso y que podáis hacer estas u otras actividades en familia. Un saludo a todos.

miércoles, 16 de abril de 2014

«La vuelta a la tortilla»

Porque somos mujeres o porque compartimos nuestra vida con ellas. Os dejamos este video para esta Semana Santa. Buenas vacaciones y feliz Pascua desde la Psicóloga del cole.


domingo, 6 de abril de 2014

Por qué asistir a las reuniones

Muchas veces, a los padres nos puede dar algo de pereza asistir a las reuniones a las que nos convocan en el colegio. Es verdad que la mayoría de las veces sabemos bien quiénes son nuestros hijos y nos puede parecer una pérdida de tiempo, pero hay varios puntos que creo que nos viene bien a todos reflexionar.

La comunicación con los profesores

  • La comunicación con las personas a las que hemos dejado la responsabilidad de educar a nuestros hijos, debería ser lo más fluida posible.
  • Esta comunicación se está realizando por varios cauces, la agenda, la plataforma... pero estos no deberían nunca sustituir al contacto real con los tutores, porque cuando conocemos a alguien personalmente evitamos muchos malos entendidos.
  • Nuestros hijos aprenden que con el diálogo se previenen, y también se solucionan, la mayoría de los conflictos que las personas tenemos.
  • La información que damos sobre nuestros hijos puede ayudar a que su educación sea mejor, a poder poner entre todos los medios necesarios para ir solucionando sus conflictos escolares y personales. A veces no nos damos cuenta que las personas que trabajan a diario con nuestros hijos no son adivinos y no hacen magia: necesitan de toda nuestra colaboración para conocernos y para que conozcan a nuestros hijos.

La información sobre nuestros hijos

  • La información que recibimos de nuestros hijos también es importante: los tutores nos informan de lo que les sucede y de cómo se comportan durante gran parte de cualquier día. Puede sorprendernos lo que nos cuenten sobre nuestros hijos, pero debemos escucharlo y analizarlo. No debemos olvidar que los tutores son especialistas en la educación integral de nuestros hijos, algunos con muchos años de experiencia; si hiciéramos una multiplicación sencilla, ellos en sólo diez años, han trabajado con trescientos niños de la misma edad. 
  • ¿Y cuando no estamos de acuerdo con lo que nos cuentan sobre nuestros hijos? En nuestra vida siempre se va a dar esta situación: que algo que ha sucedido en torno a nuestros hijos no nos parezca lo más adecuado. Si hemos creado buenos cauces de comunicación con el Centro, será más fácil la solución. Si algo no nos ha gustado, lo mejor es hablarlo con calma; los errores suceden todos los días, los malos entendidos también.
Creo que nos jugamos mucho en estas reuniones: si coincide con lo que sabemos de nuestros hijos, sabemos que, por lo menos, vamos por buen camino para educarles. Si no coincide, habrá que pararse, pensar, analizar y, si es necesario, volver a hablar.